Que no puedo resistirme a esos tonos, voces, dejes, cadencias…llámalo x.
Y es que si alguien me pone y encima viene con esa seducción tonal encima , por no poder, no puedo ni disimularlo…
Y llega él , con naturalidad, con tanta dulzura en la mirada como perversión en sus maneras.
Mi chico de mudanzas preferido, desde ya. Uno de esos encuentros casuales donde no imaginas que pueda existir espacio ni energía para flirteos, seducciones entre cajas y sudor.
Pero como la vida juega a sorprender, y yo que estoy muy abierta a las sorpresas, trás dejarme envolver por ese acento me declaré ya rendida a ese desconocido que me ha dejado después de sentirle cerca dos días, con fantasías sin límites y algún que otro juego de manos dedicado solo a él.
… El primer día la seducción estuvo en el aire y en la breve distancia. Él abajo, en la calle, con la grúa, vigilando mis pertenencias, rozándolas con sus manos. Yo arriba, observándole a escondidas, con descaro, desde el balcón. Y el deseo creciendo…por la imposibilidad de olerle, de escuchar su voz, su acento detrás de mi espalda susurrando, respirando.
Y no poderle decir -‘ como me excitas, no te vayas, ven…’-
Pero los chicos son muy rápidos y en unas horas han terminado.
Me quedo con su mirada, su boca a la que no pude dejar de mirar ni un segundo cuando subió a despedirse y con las ganas de volverle a ver a la mañana siguiente.
Otra ciudad, kilómetros de por medio y ahí estaba él a las 8 de la mañana, frente a mi puerta, el camión abajo. Y una hora antes de lo planeado. -” si supieras que toda la noche te la he dedicado a ti, querido desconocido»- Pienso.
Hablamos en la terraza, sonríe, sonrió y toda la ciudad lo hace con nosotros también.
Me habla de su vida, le escucho, le siento. La distancia apenas existe ya y ambos seguimos con el deseo empapando intenciones y el saber que no hay tiempo ni lugar para hacer realidad lo que su boca y mi mirada están gritando desde hace rato.
Humedezco mis labios, le miró con calma,sigo con atención los movimientos de su boca al hablar, a ver si puedo cazar ese acento y hacerlo mío para siempre, pero no puedo, se me escapa por entre la piel y se mezcla con las gotas de este deseo licuante.
Y vuelve a sonreír…
El resto de la mañana la pasamos enredándonos , buscándonos entre las habitaciones , entre cajas y muebles sin atornillar .
Y los roces descarados y el no escuchar al resto porque solo estaba él con su acento, y lo que conlleva tenerlo y ser de aquella región..
La seducción era él. Las ganas de sentirle bien dentro , fui yo.
Al acabar me invitaba a comer, y yo pensando ‘¿ comer y comerte no? ¿Qué otra cosa si no..? Me sobraban los ayudantes. Le dije que no. Lo bueno es que en unos días vuelve a buscar unas cajas …
Sigue el relato aquí:
L.S.
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2 respuestas a “Aprite cuore, ti prego.”
mmmm Lara que perversa eres¡¡¡¡¡
Realmente una fantasía vivida despues de lo real.
Yo sé que el traslado es real
Lo que no sé,y eso es una facultad de tu intelecto escritor,es donde empieza y termina la realidad y la ficción
Besos
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Juro que no lo soñé…:)
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