Le espero como me indicó, con una camiseta blanca de tirantes, unos leggins negros y nada de ropa interior. De mi cosecha, el perfume y mi pinta labios rojo preferido.
El timbre suena a golpe de impaciencia.
Entra, me mira.
Sonríe. Sé por su mirada que acerté con el estilismo.
Beso sus nervios.
Música de fondo, un saxofón de lo más incitante, velas y ese olor que desprende su camisa.
Bailamos frente al espejo, llevo sus manos a mi pecho, los acaricia por encima de la camiseta. Baja el tirante y busca mis pezones con avidez. Con calma.
Extiende sus caricias, la humedad de su lengua incita mis ganas. Le pido que siga. Se deleita en cada milímetro de mi piel con la punta de su lengua, por momentos con sus dientes. Agarro fuerte su cabeza invitándole a que continúe.
Inspiro. Le pregunto: – ¿donde está el juego que ibas a enseñarme? –
Me lo muestra, es una app que aún no conocía. Me gusta. La voy curioseando y manoseando por eso de familiarizarme con ella y cuando estoy lista …
Comienza la partida.
Su turno. «Desnuda a tu pareja con sensualidad y muy lentamente.»
Lo hace, en 60 segundos, porque las reglas a veces están para cumplirlas.
Mi turno. » Pide a tu pareja que se arrodille ante ti y acaricie tus pies»
Me encanta. -Creo que me va a gustar bastante este juego- Pienso.
Su turno. » Haz gemir a tu pareja de placer con tu lengua, tú decides donde y como»
Y lo hace… y lo consigue. Abre mis piernas con delicadeza, acaricia mis muslos con su lengua y se deleita con mi sexo, muy lentamente. Solo 60 segundos…
Mi turno. » Ata los ojos a tu pareja y regálale una zona de tu cuerpo para que la bañe en saliva, del modo más sinuoso y excitante que pueda.»
Le ofrezco mis pies. Humedece uno a uno mis dedos con su lengua, moviéndose sigilosamente y con astucia.
Su turno. «Besa y mordisquea lentamente a tu pareja en los hombros».
-Olvida el temporizador-Pienso.
Mi turno. «Ordena a tu pareja a que obedezca escrupulosamente tus indicaciones.»
Sonrío. – Acaríciate para mí-le digo- quiero verte.
Y obedece. Desnudo frente a mí, se toca lentamente, se demora en el intento. Me gusta.
Me excita.
Y como lo bueno a veces no es eterno, me pregunta sonriendo- Estás teniendo mucha suerte con las pruebas, ¿no habrás trucado un poco las preguntas del juego?…
Vuelvo a sonreír. Le beso.
Y nos comemos las ganas con ansia, ya sin límite de tiempo…
«Todos vivimos en el fango pero algunos lo hacemos mirando a las estrellas» (Oscar Wilde).
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5 respuestas a “«Quiero ser el truco de tus trampas».”
La foto, el relato, la música, nadie como tú para crear la atmósfera para una suave y placentera entrega. Estoy rendido, gracias Diosa.
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Beso…
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Y qué pies, amigos míos. Qué pies.
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Ese regazo que tanto anhelo… 🙂
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Guapísimo.
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