Con los 5 sentidos y alguno más…
¿Con cual te quedas?
Mis esenciales:
El olfato, tal vez porque quizás los olores evocan el privilegio de la invisibilidad y antes del tacto sucede el olor como una esencia que sabe desaparecer en el aire y ser agente de un gran poder. La seducción que despliega el olor es implacable. El sentido del olfato es 10,000 veces más sensible que cualquier otro de nuestros sentidos y el reconocimiento del olor es inmediato. Otros sentidos similares, como el tacto y el gusto deben viajar por el cuerpo a través de las neuronas y la espina dorsal antes de llegar al cerebro, mientras que la respuesta olfatoria es inmediata y se extiende directamente al cerebro. Este es el único lugar donde el sistema nervioso central está directamente expuesto al ambiente, con razón cada olor es un viaje a varias dimensiones… Y cuando digo olor, me refiero a ti y a ese perfume que dejas en mi habitación cuando te vas.
El oído, simbolizado a través del embajador que más le hace justicia: la música. Del griego: «el arte de las musas «, es , según la definición tradicional del término, el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psíco-anímicos… Y por música entiendo tus jadeos, y gemidos abriéndose paso por mi piel…O tu voz con volumen descendiente, de ombligo hacia abajo, buscando el timbre de mi placer en tono impaciente. O mis silencios que persiguen el ritmo de tu respiración.
Y aunque Antoine de Saint-Exupéry, autor de “El Principito” dijo que “lo esencial es invisible a los ojos” la visión tiene una especial relevancia para el juego de la seducción. Lo curioso es cuando te veo acariciándote para mí, frente al espejo, desnudo, provocador, tan tú, y sin embargo no estás aquí.
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