, ,

Es hermoso ser lo que eres. (J.P. Gaultier)

Otro jueves que quise ir a esperarle a la parada del autobús.

A la misma hora, puntual y expectante, como siempre, aunque esta vez quise darle una pequeña sorpresa, por eso de cambiar lo bueno por lo estraordinario.

Tarde de calor en Madrid, una parada poco frecuentada y a una hora en la que te apetece  estar en cualquier lugar menos en una parada de bus, la ocasión lo pedía a gritos.

Me puse un vestido muy corto y  vaporoso, de los que se mueven solos según vas caminando o de los que se meten entre las piernas si te descuidas.  Me puse unas bailarinas y salí así, sin ropa interior.

Por el calor, y por él…

Ya en la parada, me senté.

Gafas de sol, carmín rojo «bésame ya» y dispuesta a esperarle con una sonrisa hambrienta.

Unos 5 minutos y el bus se aproximaba. Subí un poco el vestido, dejando rozar mis muslos  por él y abrí ligeramente las piernas. Pude sentir una ligera brisa y la excitación que comenzó a crecer o tal vez a resbalar.

El bus frente a mí parando. Yo humedeciendo mis labios lentamente con la lengua.

El calor…

Él, bajando a ritmo lento y caminando hacia mí.

Yo, acariciando y llevando mi cabello hacia un lado.

El bus que no acababa de irse de la parada. Mis piernas más abiertas aún, aguardándole.

Y él, cada segundo más cerca.

Y yo, cada suspiro, más excitada y palpitante…

 

_Yo, con vértigo y tú, haciéndome volar_ me dijo al aterrizar su mirada frente a la mía.

 

 

 

Copyright©2016-20L.S.

 

«Lo máximo que se puede esperar de la perfección es un instante»

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.


A %d blogueros les gusta esto: