Se te ha olvidado llevarte tu sonrisa,
la has dejado bajo mi ombligo,
como chorreando,
desorientada e inquieta en busca de mis tobillos,
o similar.
Y a mí,
que nada se me olvida,
olvidé preguntarte si hoy fuiste,
o te imaginé.
«Lo que seduce nunca suele estar donde se piensa»
(G.Cerati)
Copyright@2016-20L.S.