¿Desde hace cuanto tiempo juegas con desconocidos?- me preguntaron hoy.
Espero que desde siempre- pensé.
La alternativa es hacerlo con «conocidos», pero en todo caso nunca dejar de jugar…
Y es que hoy me metí a Málaga entre mis muslos, tras olernos, tocarnos y eternizarnos mutuamente. Ayer me invadieron los excesos de la mano de Palma de Mallorca y mañana haré el amor con Madrid muy suavemente, para que no se me escape ninguna caricia, embotellando así cada suspiro en mi memoria.
Y tal vez pasado, otra ciudad.
Otro país.
Otra isla, otros susurros me dejarán la piel a punto de placer…
«La felicidad dura una hora y ante el miedo del hombre se evapora»
Copyright@2016-20L.S.