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«Cuando me expongo a lo extremo, abrazo a la vida».
Leer más: «Cuando me expongo a lo extremo, abrazo a la vida».La cazadora de cuerpos amaneció desnuda sobre su lecho. Ella juraría que durmió arropada por las suaves sabanas y cubierta con un etéreo camisón recién inaugurado sobre su piel. La ventana abierta con una brisa nueva y algo desconocida, se apoderaba de su desnudez. Olía a amanecer cálido, a promesas de futuros placeres por venir…