-
La rendición (III)
Leer más: La rendición (III)…Pasaron semanas desde su llegada a mi santuario cuando por fin, no solo entendió su destino, si no que comenzó a amarlo. La vida en el haren no era difícil, solo exigente. Todo debía estar a mi gusto. Mis deseos colmados y todas y cada una de mis necesidades cubiertas, de cualquier ámbito y en…